Las alfombras kilim son una inversión a largo plazo que pueden durar décadas si se cuidan adecuadamente. Estas alfombras hechas a mano tienen una rica historia y cultura detrás de ellas, y pueden ser una parte importante de la decoración de tu hogar. Sin embargo, para que las alfombras kilim sigan siendo hermosas y duraderas, es importante seguir algunos consejos de cuidado básicos.
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Limpia regularmente: La suciedad y la polvo pueden dañar las fibras de la alfombra kilim, por lo que es importante mantenerla limpia y libre de polvo. Use un aspirador con un cepillo suave para retirar la suciedad y la polvo.
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No mojes la alfombra: Las alfombras kilim no son resistentes al agua, por lo que es importante evitar mojarlas o mojar solo la superficie con un paño seco. No laves la alfombra en la lavadora ni la sumerjas en agua.
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Rota el Kilim: Para evitar desgaste desigual en la alfombra, es recomendable rotarla cada pocos meses. Esto ayudará a evitar que algunas áreas se desgasten más rápidamente que otras.
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Evita la exposición directa a la luz solar: La luz solar directa puede desvanecer los colores de la alfombra kilim, por lo que es importante evitar colocarla en una ubicación donde reciba luz solar directa durante largos períodos de tiempo.
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Limpia las manchas lo antes posible: Si la alfombra kilim se ensucia o mancha, es importante tratar la mancha lo antes posible para evitar que se fije en las fibras. Use un limpiador suave y un paño húmedo para retirar la mancha.
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Almacenamiento adecuado: Cuando no se esté utilizando la alfombra kilim, es importante almacenarla de manera adecuada para evitar que se dañe. Envuelva la alfombra en una tela suave y almacénela en un lugar seco y fresco.
Siguiendo estos consejos de cuidado básicos, tu alfombra kilim se mantendrá hermosa y duradera por muchos años. No solo agregará estilo y elegancia a tu hogar, sino que también será una pieza valiosa que puedes pasar de generación en generación.